Una canción, y un trabajo audiovisual, de una canción navideña de talante profético, una canción incomoda, del desaparecido John Lennon.
En medio de nuestros días navideños, la tentación de mirar para otro lado y dar un rodeo, como los que se tropezaban en su camino con el hombre herido y medio muerto en la parábola del Buen Samaritano (Lc. 10, 29-37), es fuerte. Pero, lo veamos o no, el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas, los males de la guerra, la incertidumbre de la pobreza, las injusticias de una crisis económica que golpea a más de 4 millones de parados, están ahí, y todo ello forma parte del paisaje de la Navidad del 2010-2011.
Jesús ha venido a abrir nuestros ojos y a "ablandarnos" el corazón, la alegría de su Nacimiento y el inicio de un nuevo año, no es la de las rebajas de invierno, como si sólo se viviera para producir, gastar, consumir, endeudarse, volver a producir, para gastar, consumir, y volver a quedar en nada ¡ Vaya estafa de Navidad !
Navidad, un tiempo para "mirar" a otros mundos, para ser solidarios, con la fuerza de Cristo, la de la caridad que viene de Dios, la que le ha movido a encarnarse en la fragilidad de nuestra historia.
La esencia misma de la Navidad, como de todo el cristianismo, es el amor.
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