domingo, 31 de julio de 2011

EL SILENCIO: Una experiencia de oración

A veces mi oración es sólo silencio.

Yo, que en mi vida diaria puedo llegar a ser un contumaz parlanchín, hay días en que, apartando un momento para estar con el Señor, me quedo mudo, no hallo cómo contarle lo que necesito. Sólo acierto a estar allí.

Y no porque no tenga cosas que decirle, necesidades o problemas que confiarle, o bendiciones que agradecerle. El caso es que no me sale nada, pienso un poco, me distraigo, vuelvo a intentarlo, y así se me va el tiempo.

Me consuela pensar lo que dice Jesús en el Evangelio, que no ande largándole grandes discursos sobre lo que me pasa, que ya el Padre conoce de antemano lo que necesito.

Me viene a la cabeza la respuesta de la Madre Teresa de Calcuta, una vez que le preguntaron cómo era su oración. Ella, seguramente inspirándose en una conocida experiencia de la vida del Santo Cura de Ars, respondió: Él me mira, y yo lo miro, constituye la oración perfecta. A mí nunca se me olvida aquello.

O lo que dice Juan de la Cruz al referirse a este silencio delante de la Presencia: El mirar de Dios es amar, y hacer mercedes.

La oración de silencio es un ejercicio práctico de la virtud teologal de la esperanza.

La oración de silencio es una plegaria de fe desnuda y sin asidero, porque Dios está siempre más allá de lo que entiendo, pienso o siento.

El silencio me ayuda a palpar mi pobreza, delante de Dios y de los hombres.

Es vaciarse de palabras inútiles, que de tanto decirlas sin pensar corren el peligro de perder su significado, y carecer de sentido.

En el silencio Jesús me sana por dentro, soy tocado por la gracia, me purifico.

En el silencio me voy liberando de todo lo que me ata, y vuelvo a lo esencial: Dios, el ser humano, el amor,...

En el silencio me rindo delante de Jesucristo.

No tengamos miedo al silencio cuando se presente en nuestra oración, pues puede significar el paso a una experiencia más profunda del amor de Dios.

Pues hay silencios que están preñados de una gran revelación. Es cuando escuchamos el susurro de la brisa, la misma que sintió Elías en la cueva, que nos dice a cada uno: tú eres mi hijo, tú eres mi hija, y yo te amo mucho. Amén.

jueves, 28 de julio de 2011

QUIERO SER COMO TÚ: El libro de la selva



¡Qué swing, compadre!,...Oyendo la música de este vídeo tomado de la película El libro de la Selva, un clásico de Walt Disney, los pies se me van solos,...tin tarin,...juuuuuuuuuuuuuuu!

Pero lo más gracioso es el asunto: los monos han secuestrado a Moogli, el niño selvático, y ¿por qué?: Ahhh,...porque su rey, el orangután Loui, quiere que el chiquillo le enseñe cómo hacer el rojo fuego, el gran secreto que lo convertiría en un ser humano, con todas las ventajas que esta condición puede tener para él,..."ser como tú",....ese el quid de todo, ¡chico!, ¿hacemos el trato?

La cosa parece impertinente pero tiene sus bemoles: todo el mundo anda en busca de secretos, para llegar a ser algo distinto de lo que es realmente: el secreto para tener dinero y triunfar en los negocios, el secreto para conquistar las delicias del amor, el secreto para obtener fama y renombre, y llegar a ser la estrella del cotilleo,....Ahhh, ¡pero qué tontos somos a veces!

El único secreto que existe es muy sencillo: ¡ser uno mismo!, ser lo que se es, y nada más: hijo o hija de Dios, creado a su imagen y semejanza, con una dignidad inmensa, llamado a ser feliz plenamente con los dones y las talentos que Dios nos ha confiado para gloria de su nombre, viviendo en comunión y servicio con la naturaleza y, especialmente, con los demás seres humanos.

¡Hombre, rey Loui, cada quién tiene que encontrar su propia identidad, su misión, la razón de ser de su vida, el propósito hermoso para el cual ha nacido!

Y para lograrlo, el camino es el Señor Jesucristo, en él me conozco tal cual soy, y comprendo lo que significa mi pequeña persona. A él si puedo decirle con toda propiedad: "Quiero ser como tú" y él si que puede darme el fuego que transforma y da sentido a la vida: el amor.

¡Por Dios!, no caigamos en la tentación del orangután, agotemos el propio y personal misterio de nuestra humanidad,...

Seamos humanos, profunda y radicalmente humanos, tan humanos como Dios nos ha soñado en su amor infinito.

Bueno, disfruten el vídeo, que para estos días del veranito viene muy refrescante, y dejénse llevar por la alegría contagiosa de este jazz, ...ujjiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!

LATINOAMERICANOS EN ESPAÑA: Campaña Atlético de Madrid

El presente spot publicitario pertenece a la campaña para abonados del equipo de fútbol Atlético de Madrid, correspondiente a la liga 2005-2006.

Un joven latinoamericano, emigrante en España, escribe una carta a su familia al otro lado del Atlántico, contándoles en forma idealizada como le va por estas tierras de Europa. Tras las palabras de la misiva, las imágenes nos muestran, irónicamente, que su realidad dista mucho de ser la maravilla que él quiere pintar a sus padres.

Hay una cosa que genera en este muchacho un sentimiento grande de arraigo y pertenencia: el Atlético de Madrid, el club de los colchoneros. Las tardes en el estadio le hacen sentir integrado y feliz, apoyando junto con otros al equipo que ha hecho suyo.

Reconozco que dado mi largo historial de emigrante, cada vez que veo este vídeo me quiebro por dentro. Además, es de las campañas publicitarias que he visto en España más acogedoras y, al mismo tiempo, más honestas con la realidad de la inmigración.

Yo no soy aficionado a este deporte, pero si lo fuera no me quedaría duda, me apuntaría a este equipo que ha tenido el gesto bonito de tomar en cuenta a los latinoamericanos en España.

Una de las mayores dificultades que vive un emigrante es el sentimiento de desarraigo, de no pertenencia, a la comunidad en la que vive. Algunas veces porque él mismo se excluye, con frecuencia como una medida de autoprotección; otras, la mayor parte del tiempo, porque los nativos del lugar, sencillamente, le rechazan por ser extranjero ( y además, para más inri, pobre).

El fútbol puede convertirse en un espacio social de integración, y lograr hermanar a personas de distinto origen y condición, y eso me parece superpositivo. Recuerdo que la primera vez que vi el anuncio pensé: ¡qué bien que por lo menos el Atlético de Madrid quiere tener entre sus abonados a los emigrantes latinoamericanos!

La Iglesia, en este sentido, debería ser también un espacio de encuentro y acogida para todas las personas. En el caso de los emigrantes latinoamericanos, con más razón si cabe, pues proceden de países donde ella sigue siendo un factor de cohesión, social y cultural, de primer orden.

Cuando la comunidad cristiana se reune no hay DNI que valga, allí todos somos iguales, hermanos y hermanas, hijos e hijas de un Padre común ¡Bendito sea Dios, pues en cualquier lugar del mundo su casa es la casa de todos y todas!

A veces lo que un emigrante necesita no es tanto la ayuda material, que también, sino sobre todo sentirse afectivamente recibido como hermano y hermana:

¿Hemos acogido, como Iglesia de España, a esta oleada de emigrantes latinoamericanos que han venido a convivir con nosotros y nosotras?

¿Les hemos acompañado, les hemos ofrecido nuestra amistad, hemos abierto un espacio en nuestras parroquias para que se sintieran acogidos?

¿Les hemos ayudado a sentirse en su casa, les hemos escuchado en sus penas y alegrías, nos hemos dejado interpelar por la experiencia cristiana que han vivido en sus países de origen?

No lo sé. No me atrevo a decir que no lo hemos hecho, pero si pienso que podemos hacer mucho más.

Ojalá que no sea sólo el fútbol el medio que favorezca la integración ciudadana de este colectivo. Ojalá que la Iglesia Católica de España les sienta cerca, incluso como una bendición especial que el Señor quiere regalarle en estos tiempos de secularismos a ultranza.

No olvidemos que cada vez que acogemos al extranjero y al emigrante, recibimos al propio Jesús quien dijo: "Fui forastero, y me acogiste" (Mt. 25, 35).

martes, 26 de julio de 2011

LAS REDES SOCIALES: ¡ BASTA YA !


Hoy me propongo eludir la trama viral de las redes sociales, este thriller de palabras que consumen mi tiempo y mis ganas. Lo confieso, me siento acogotado del laberinto de enlaces, etiquetas, opiniones, comentarios y avatares, en que me he visto envuelto últimamente. Tal parece que en ello me estuviera jugando la honra de mi abolengo, y la caridad de mis maneras ¡Basta ya!

Me propongo por unos días recuperar el silencio de la tarde, acallar este excesivo parloteo de mis horas veraniegas, y sumergirme simplemente en la molicie del día, ensayando la vieja facultad antropológica de escuchar y de escucharme.

Claro que comprendo, y tanto, la utilidad de las redes sociales. Pero este querer, por Dios, poner en la mirilla los insulsos acontecimientos de la vida cotidiana, las opiniones fluctuantes de lo que acontece, minuto tras minuto, y comentarlo, y volverlo a recomentar, y pinchar el dedito facebookero del “me gusta”, retwitearlo, subirlo al Tuenti, o al novísimo Google +,… informando a media humanidad de mi pobre existencia es, sencillamente, demasiado.

A veces me parece, no sé qué opinan ustedes, que todo esto raya en un cierto narcisismo, una especie de exhibicionismo de lo que hacemos y pensamos, lo que a la postre consigue, así de simple, aburrirnos.

Una cosa que no deberíamos olvidar es que las redes sociales son siempre una realidad virtual, es decir, simulada, un espejo del mundo de verdad donde los seres humanos, la gente real, comparten tiempos, espacios y palabras. No son la realidad misma ni la sustituyen; lo más que pueden, que no es poco, es acortar el tiempo y facilitar la comunicación; favoreciendo, con suerte, el encuentro de las personas, y una especie de democratización de la información que va rodando por la Red.

Qué quede claro entonces: las redes sociales son, básicamente, maravillosas.

Pero tienen sus propias perversiones, y pueden convertirse en una suerte de alienación muy adictiva: sustituir la carne y la sangre de la realidad verdadera; convertir en efímero lo que sucede, banalizándolo con el correr de las horas; y, lo más grave, embotar los sentidos interiores, donde reside la capacidad humana de estar consigo y de meditar sobre la experiencia, dando sentido y contenido al indefinible misterio del vivir.

Y por si fuera poco, las redes sociales son insaciables consumiendo el bien más precioso que tenemos todos: el tiempo.

He dicho.

domingo, 24 de julio de 2011

Blog Patio Salesiano: En la muerte de Amy Winehouse


Como saben, ayer nos sorprendía la noticia de la muerte de la cantante británica Amy Winehouse, a la temprana edad de 27 años, probablemente víctima de su conocida adicción a las drogas.

Estas cosas pasan, dirán algunos, pero a mi siempre me genera un montón de interrogantes el hecho de que una persona joven, talentosa, que conoce las mieles del éxito y la fama, trunque su vida de esa manera tan penosa. 

Dando vueltas por la red, he encontrado un excelente artículo en el Blog de Jesús Rojano, Patio Salesiano, el cual cito integralmente a continuación: 

"Este sábado, 23 de julio de 2011, ha sido encontrada muerta en su casa la cantante británica Amy Winehouse. Tenía 27 años. Con dolor y tristeza, rescato sin retocar una columna que escribí sobre ella en septiembre del 2008

Dos preguntas me rondaban en la cabeza esta tarde cuando oí la noticia, justamente cuando salía de casar a dos jóvenes ejemplares, alegres, realizados y comprometidos con la vida:

- ¿Quién aportará de verdad sentido y razones para vivir a tantos jóvenes que no lo tienen?

- ¿Quién les llevará la vida en abundancia que nos ofrece Jesús (Jn 10,10)?
Pregunto quién les llevará vida en abundancia, no quién les hará bonitos discursos. Un discurso hoy lo puede hacer cualquiera.

Jóvenes y autodestrucción (Boletín Salesiano, septiembre 2008)

Jesús Rojano

Cuando escribo estas líneas, los medios de comunicación –sobre todo radios y revistas musicales y blogs de Internet-, debaten si la estrella musical del momento podrá cumplir su compromiso de actuar a primeros de julio en un gran festival de Madrid. Se llama Amy Winehouse, nació en Londres en 1983 en el seno de una familia judía, y con 20 años grabó un disco (Frank) que asombró a los críticos y seguidores del mundo de la música por la calidad de su voz y la fuerza incisiva de sus letras. Su segundo disco, Back to Black, publicado en 2006 (antes de cumplir los 23 años) ha sido número 1 en todo el mundo y ha ganado 5 premios Grammy, que vienen a ser como los Oscar de la música moderna. 

Decir hoy que no se sabe quién es Amy otorga inmediatamente el título de analfabeto en conocimiento de la música juvenil contemporánea. Antes de cumplir 20 años tenía ya una voz con una fuerza impresionante y un desgarro que recuerda a las mejores cantantes de color de jazz y soul de la historia de este género musical… A los 13 años ya tenía un grupo musical y actuaba con éxito en público. Escribe como una persona de 30 años, su voz tiene el registro de una mujer de 40, y ya se ha casado y le ha dado tiempo a tener a su marido en la cárcel… 

En definitiva, Amy lo tiene todo para triunfar y ser durante muchos años la mejor cantante en su género, por su calidad de su voz, de sus letras, de su fuerza artística… Podría ser así, le sobran cualidades y genialidad artística, y sin embargo… Sin embargo, tiene un gran enemigo: ella misma. Sus problemas con la droga son continuos, a finales de junio de 2008 está internada por ello en una clínica y nadie está seguro de que no se quiebre pronto su brillante carrera. 

Ya ha tenido tiempo de estar decepcionada con la vida y el amor, y cantar así: “¿Por qué deseo no haber jugado nunca? / Vaya desastre el nuestro. / Y ahora, la última imagen. / El amor es un juego en el que siempre se sale perdiendo”. O también: “Él se va / el sol se pone / se lleva el día, pero soy adulta. / Y en tu camino, en esta sombra azul /mis lágrimas se secan solas”.
 
Su canción más famosa, que forma parte de su segundo disco, se titula Rehab, y en los primeros meses de 2008 se ha escuchado a todas horas en las radios de todo el mundo. El asunto que trata en esta canción se aclara sabiendo que hay que traducirla como “Rehabilitación”. En ella dice, entre otras cosas: “Ellos intentan que vaya a rehabilitación / y yo digo: ¡no, no, no! / Sí, he estado muy mal, pero cuando vuelva lo sabrás… / y si mi padre quiere llevarme a rehabilitación, no iré, no iré, no iré.../ El hombre me preguntó: ¿por qué crees que estás aquí? / Pero no tengo ni idea…” 

¿Por qué una joven que parece haber logrado el mejor de los sueños y está en la cima de la fama parece elegir autodestruirse? ¿Y por qué es admirada y seguida por millones de jóvenes en todo el mundo…? 

En otra de sus canciones recientes dice que la vida es como una pipa que hay que fumar y ella lo está haciendo rápido… Quizá sea una respuesta. Parece que la vida que hemos creado no satisface el ansia juvenil de felicidad, ni siquiera a los que parecen ser los grandes triunfadores de este tipo de sociedad. Quizá especialmente a ellos. Algo similar le sucedía en los años 50 al actor James Dean o al comienzo de los 90 al cantante Kurt Cobain, líder de Nirvana, que era el Winehouse de entonces y acabó suicidándose… 

Quizá el promotor discográfico inglés Adrian Leight se aproxima bastante a la verdad cuando dice de ella: “Es una rebelde y mucha gente se identifica con eso. Hay gente peligrosa por ahí, pero ella no lo es. Sólo es peligrosa para sí misma”. Ese es seguramente el problema de ella, pero también hoy de millones de personas, especialmente jóvenes. La felicidad y el deseo de sentido pleno de la vida, cuando no se satisfacen en profundidad, con un proyecto de vida ilusionante y coherente, provocan un vacío que no se llena con nada, y la persona se vuelve autodestructiva

Escuchemos de nuevo a Amy: “Me engañé a mí misma / como sabía que haría. / Te dije que soy un problema. / Sabes que no soy buena…” En realidad, ese “sabes que no soy buena” (una autoestima resquebrajada), unido al “no tengo ni idea por qué estoy aquí” antes citado (se supone que es la sincera respuesta al terapeuta que intenta ayudarla…), explican bastante bien las cosas. ¿Quién puede ofrecer soluciones –no sólo palabras- a tantos jóvenes que se deslizan por la cuesta abajo de la autodestrucción personal…?"

Tomado de Patio Salesiano: En la muerte de Amy Winehouse

Me parece un artículo interesante para compartir con los chicos y chicas en clase de Religión, pienso por ejemplo en esos temas que se dedican en el bachillerato al problema del sentido de la vida: la reflexión sobre el significado que puede tener para cada uno la aventura misma del vivir, y la respuesta que encontramos desde la experiencia cristiana.

En este mundo nuestro, donde la noticia de mañana, es el refrito de la tarde, donde las cosas pasan y pasan, y todo es tan efímero, que nada parece dejar huella, conviene detenernos un poquito y preguntarnos por las razones de lo que acontece, indagando lo que ocurre "más allá" de los banners y los titulares del último minuto.

Un espacio privilegiado para hacerlo es, precisamente, la clase de Religión, cuando en ella se propician estos momentos de análisis frente al río de sucesos que nos asaltan día tras día, y minuto tras minuto.  

EL MOVIMIENTO DE LOS INDIGNADOS, PROFECÍA Y DISCERNIMIENTO: Una valoración cristiana


Estos últimos meses he seguido con atención el movimiento de los indignados, quizás porque me siento interpretado en ese sentimiento de indignación que ellos abanderan ante el status quo que padecemos, especialmente agravado por la forma como ha venido enfrentando la presente crisis económica el actual gobierno de España, y, sobre todo, la Unión Europea, y los organismos financieros internacionales.

Desde la soledad de este sur de Tenerife, cuando vi en mi televisor a los jóvenes, congregados en las plazas y gritando consignas, me di cuenta que no estaba solo con mi propia rabia e indignación. Un montón de gente ha estado sintiendo lo mismo que yo.

De hecho, ya en este blog, en marzo, antes que se sucedieran las acampadas multitudinarias de Sol, publiqué una pequeña reflexión sobre la dictadura de los mercados, (Véase: Rizando el Rizo: ¿quién gobierna en Europa, los líderes políticos o los mercados?). Además, por esas cosas que pasan, en abril había leído el pequeño libro titulado ¡Indignaos!, del filósofo francés Stéphane Hessel, sin imaginar las repercusiones que iba a tener en la vida de muchos ciudadanos y ciudadanas de este país.

Con el Evangelio en la mano, no puedo menos que reconocer el talante profético de este movimiento, con sus críticas a los líderes políticos, al sistema electoral, al comportamiento insolidario e inhumano de la banca, a unas medidas que han significado una merma de derechos sociales fundamentales.

Es verdadera profecía cristiana exigir otra manera de resolver los problemas financieros, buscando vías que salvaguarden la dignidad y la esperanza del ciudadano y la ciudadana común.

 

Especialmente notorio ha sido en estos últimos meses la pretensión de los indignados de detener los desahucios, que a diestra y siniestra se están sucediendo a lo largo y ancho de la nación española, pidiendo la reivindicación de la dación en pago de la propiedad hipotecada, una exigencia elemental de justicia social y humanidad.


Mientras las finanzas públicas se ponen a disposición de las entidades financieras, esas mismas finanzas, patrimonio común de los españoles, no se aprestan a socorrer a familias que soportan situaciones dantescas de desamparo y precariedad, dignas de los capítulos más tenebrosos de algún novelón de Charles Dickens. Chapó, por estos indignados cuando plantan cara a una banca y a unas leyes tan contrarias a la dignidad humana, chapó.

¡Algo tiene que cambiar!, y lo digo como cristiano, Dios nos está hablando por la boca de estos jóvenes. Ojalá escuchemos su reclamo de justicia y de solidaridad, porque una de las cosas más bonitas que están sucediendo con este movimiento es que muchas personas se están despertando de su pasividad, y han empezado a descubrir que el verdadero poder social está en manos de los ciudadanos y las ciudadanas, ni más ni menos.

Junto con esta dimensión profética, que reconozco y comparto plenamente, hay otros aspectos de los indignados que exigen, desde el punto de vista cristiano, un discernimiento. Por ejemplo, aunque se denomina un movimiento abierto a todas las tendencias, sin embargo he escuchado consignas e ideas que parecen resucitar el fantasma de las dos Españas, que insisten en ignorar y excluir la presencia de unos y otros, acallando la diversidad política y social de la sociedad española.

Así, no me gusta la ambigüedad para denunciar con nombre y apellido los desaciertos del presente gobierno, aunque sea de izquierdas, me parece muy sospechoso que se lancen consignas generalistas contra el "sistema", y en la práctica se deje inmune de toda culpa a quien ha gobernado España durante los últimos siete años. ¿En qué quedamos entonces?

Un proyecto de convivencia social tiene que construirse con la presencia de todos y todas, logrando esos consensos mínimos que garanticen el logro de los valores fundamentales sobre los que se asienta la vida social. El movimiento de los indignados, por lo menos en sus expresiones públicas y en sus principales voceros, acusa a la derecha política y al ideario neoliberal del drama que estamos viviendo en Europa. Vale, de acuerdo, pero es el caso que quiénes gobiernan este país son los socialistas, en clara connivencia con los poderes económicos, y eso no se denuncia, sino que se acalla o se disimula ¿En qué quedamos entonces?

Relacionado con esto, he escuchado y leído, consignas fuertes contra la religión y la presencia de la Iglesia en la vida ciudadana ¡Vaya, por Dios!, me vuelven a excluir de su proyecto de sociedad, como si los católicos, por el mero hecho de serlo, no tuviéramos cabida en la protesta, y se vuelven a resucitar los prejuicios, los enfrentamientos, las descalificaciones, los odios, y así no, así no se construye una nueva convivencia, un país donde quepamos todos y todas, donde nadie tenga que avergonzarse de sus creencias e ideas, donde seamos capaces de compartir valores comunes, de trabajar juntos en la construcción de un modelo alternativo de sociedad.

Por todo lo dicho, se impone para los cristianos y cristianas una actitud de discernimiento que salvaguarde todo lo hermoso, lo noble, lo creativo y mágico del movimiento de los indignados, todo cuanto tiene de humano, de justo, de igualitario, de ilusionante y profético.

Un discernimiento que nos libre de caer en las trampas de los prejuicios, los silencios, los viejos espectros del pasado dicotómico, los cuales son, al fin y al cabo, manipulados por quienes detentan el poder, político, económico y mediático, los principales interesados en tergiversar la verdadera lucha, que es transformar la sociedad, para que no gire en torno al lucro económico, sino que tenga su centro de gravedad en una verdadera socialización de las riquezas que producimos todos y todas, en el logro de un nivel digno de bienestar social no sólo para quienes vivimos en España, sino también en Europa, y en el mundo entero.

Si alguien está interesado en el texto del filósofo Stéphane Hessel, aquí les dejo el enlace:


¡INDIGNAOS! : DESCARGAR

jueves, 21 de julio de 2011

Credo neoliberal del siglo XXI


Contra el Credo Neoliberal
Nosotros tenemos el poder y mantenemos el sistema. Este mundo está enloquecido por el dinero. Podemos reorientar nuestros gastos, Si elegimos hacerlo, disminuiremos el sufrimiento Si no lo hacemos, lo seguiremos aumentando. En la historia de la humanidad, todos los sistemas han dejado paso a otros. El cambio es inevitable (Benjamín Forcano)
1. Creo en el confort y en la acumulación de riquezas como el fín supremo de la humanidad. Creo que el amor es sexo y la libertad tener dinero para poder satisfacer todos mis deseos.
2. Creo que mi salud depende de empresas que financian los congresos de medicina y controlan la información médica sin más objetivo que generar beneficios.
3. Creo en los bancos como el mejor medio para asegurar y hacer rentable mi dinero y en las inversiones más lucrativas para mejor explotar a los países menos desarrollados.
Los bancos internacionales prestan mi dinero para promover la guerra, sostener y financiar a ambos mandos y perpetuarla lo más posible.
Creo que la guerra es necesaria para robar el petróleo, reactivar la economía o dar salida a las armas obsoletas.
4. Creo que las autoridades hacen bien en guardar todos mis datos para un control absoluto de mi vida.
5. Creo en los paraísos fiscales para que ricos y delincuentes no paguen impuestos.
6. Creo que la publicidad, aunque mentirosa, es buena para incentivar el deseo de cosas sobrantes, artificiales.
7. Creo que el poder debe seguir en manos de las personas más ambiciosas e inmorales. Los partidos políticos sonun buen carrusel periódico para hacer muchas promesas que luego no cumplen.
8. Creo que los medios, en manos de los grandes poderes, son bien usados, buscan mi bien, dicen la verdad y me hacen ver la realidad como es.
9. Creo que no hay mejor manera de alimentar la impotencia, desesperación y negar toda posibilidad de cambio que contarnos día a día y minuto a minuto todos los desastres que pasan en el planeta.
10. Creo en la enemistad y divisiones que crean los gobiernos como medio para justificar sus intereses y política y neutralizar mi lucha contra las guerras.
Creo que es un error sustituir la competencia por la colaboración. Con tal de poder comprar muchas cosas, venderé mi tiempo y haré el trabajo más oneroso y así podré evadirme de mi vida tan vacía.
11. Creo que es mejor que se desechen miles de toneladas de comida antes que ofrecerlas a millones de personas que mueren de hambre. Creo normal, por nuestro egoísmo, que haya países , como Haití, que coman galletas hechas con tierra. Las conquistas sociales de Occidente no deben aplicarse a los países desfavorecidos. Apoyo por tanto que haya niños trabajando y así puedo yo seguir comprando productos más baratos.
12. Creo que me pueden utilizar para comer piensos transgénicos, comer carnes con hormonas o consumir todo tipo de aditivos químicos en mi alimentación, porque ellos saben que es bueno y no hay obligación alguna de indicarlo. Creo que es bueno especular con el precio de los alimentos aunque las multinacionales agroalimentarias acumulen ingentes dividendos y controlen la agricultura mundial.
13. Creo que directivos de organismos internacionales (OMS, OIT, FMI, B.M), que sirven a grande corporaciones, se portan muy bien y es correcto que ganen cantidades astronómicas.
14. Creo en la hegemonía del petróleo, y rechazo, para no hundir el sistema, cualquier sustitución por otra energía libre ya descubierta y silenciada.
15. Creo que la persona vale por su dinero y por aparecer en la tele. Modelos a imitar son actores y jugadores de futbol pagados con fortunas inmensas y no los profesores que deben formar a las generaciones futuras.
16. Creo que la experiencia no tiene ningún valor y, en consecuencia, los mayores son un estorbo, no un modelo a seguir.
17. Creo que nuestros dirigentes sólo buscan nuestro bien. Organizaciones secretas (club de Bilderberg, Trilateral, Comité de los 300...) que intentan establecer un gobierno mundial, ya no existen.
18. Creo que el sistema actual es el mejor, debe seguir, los soñadores sólo traen problemas e inestabilidad. Creo que lo mejor es no hacer preguntas, cerrar los ojos y no oponerme a nada. Soy una pieza del sistema, me adapto y enseñaré otros a que lo hagan. No me importa si me hace o no feliz. Tengo miedo al cambio.

Tomado del Blog "Rumores de Ángeles" de Religión Digital de José Manuel Vidal:
Credo neoliberal del siglo XXI

miércoles, 20 de julio de 2011

ABC: El uso del blog en las aulas motiva a los alumnos y fomenta el respeto


Estas son las conclusiones que se desprenden de un estudio elaborado por el grupo Ciberdidact de la Universidad de Extremadura (UEx), realizado entre 25 profesores de diferentes niveles de Educación: Primaria, Secundaria, Universidad y Educación Especial, según explica el centro universitario en un comunicado.

En este estudio, se comprueba que la enseñanza, los blogs o weblogs se han convertido en un referente para muchos profesores por su enorme potencial educativo y, además, se han identificado las principales posibilidades educativas que poseen estos cuadernos on-line desde la óptica de la docencia.

La posibilidad de insertar textos, imágenes, presentaciones, sonidos o vídeos los ha convertido en un "valioso recurso" para el aprendizaje, por la capacidad que otorgan para compartir y sobre todo para motivar a los estudiantes.

En este estudio, la motivación es la principal razón por la que los docentes se animan a introducir esta herramienta como recurso didáctico en sus aulas.

Junto a este motivo, para muchos de los profesionales de la educación encuestados utilizar el blog en sus clases permite fomentar el respeto entre los compañeros y que los alumnos aprendan a aprender.

La cuarta ventaja que encuentran los profesores según explica el investigador principal de este estudio, Santiago Manuel Vicente, es el impacto positivo que genera la "exposición de su trabajo hacia el exterior", es decir, "que cualquiera, conocido o no, sepa qué es lo que hace y cómo lo hace, y esto cambia su conducta".

Entre los resultados negativos que los profesores perciben a la hora de utilizar el blog destaca el importante grado de desconocimiento que los alumnos tienen de internet y de las posibilidades de la web 2.0.

Como ha asegurado Santiago Manuel Vicente, esto ha permitido deducir las hipótesis iniciales donde ya se indicaba que "los alumnos no son nativos digitales sino expertos rutinarios, pues sólo saben de las herramientas digitales que usan, siendo este uso casi exclusivamente de ocio". EFE

Tomado del periódico ABC

Reli en Grande: Harry Potter: un final aprovechable


El pasado día 15 de julio se estrenó en España el tan ansiado final de la ya larga serie de películas sobre la vida del joven mago Harry Potter. Y hay que decir que la última entrega (dividida en dos partes) intenta responder a dicha expectación: muchos efectos especiales, mucha batalla, mucha destrucción, muchos actores y actrices (prácticamente todos los que han pasado por la serie y algunos más),... para llegar a un final previsible, pero no por ello sin falta de valor.

De hecho, el interés de la película (y su aprovechamiento pedagógico que, al fin y al cabo, es lo que interesa) es precisamente ver cómo se llega a ese final esperado en que, en la lucha "eterna", por duradera, entre el bien y el mal termina con el triunfo del bien, tras una batalla épica que se ha ido fraguando a lo largo de toda la serie de películas anteriores. La última entrega intenta explicar y dar sentido a todas y cada una de las peripecias del joven mago Potter y a todos y cada uno de los personajes que han ido apareciendo a lo largo de todas las películas y que tendrán que posicionarse a favor o en contra de él. Todo gira entorno a Harry Potter, como personaje central, y a la gran batalla final contra lord Voldemort, el innombrable, al que siempre se referían con el circunloquio "el que tú ya sabes".

No es mi intención hacer una crítica a la película, ni a toda la serie. Pero sí se me ocurrió que podría presentar algunas ideas y anotaciones que pudieran servir para utilizar la película (cuando la saquen en DVD) como recurso pedagógico en las clases de religión. Estas aportaciones no pretenden ser exhaustivas, pues otros podréis ver otros elementos que a mi se me hayan escapado, pero pueden servir para ir abriendo boca. Estos son, a mi parecer, los elementos que podemos tener en cuenta y reflejar en un primer análisis de la película:

* el tema del "elegido": asunto recurrente y manido, pero que da juego en la lucha entre el bien y el mal. Harry Potter se libra milagrosamente de la muerte siendo casi un bebé y, como elegido, tiene que realizar un tremendo sacrificio, siendo ya mayor, para vencer al mal (¿a alguien le suena a un cierto paralelismo con el personaje central del cristianismo?).

* El sacrificio de la propia vida unido a la resurrección: en la última entrega, Harry Potter no llega a morir del todo, pero se presenta ante Lord Voldemort para evitar que mueran otros por él y con la idea clara de morir para que también muera la conexión que les une desde el principio. Todos le dan por muerto. Incluso su alma se encuentra con su mentor, quien le aclara que tiene que volver para la victoria final. Así, tiene lugar una "milagrosa" resurrección, que pone a Harry Potter, por encima del maligno Voldemort.

* La fuerza de la amistad verdadera: los verdaderos amigos se mantienen fielmente al lado de Harry Potter, incluso con el riesgo de perder la vida, cuando Voldemort les pone en la disyuntiva de unirse a él o morir (¡cuantos mártires cristianos estuvieron en una disyuntiva muy parecida!).

* El necesario esfuerzo por encima de intereses personales: es el caso de Hermione y Ron, quienes se embarcan en un largo viaje, al lado de Harry Potter, para luchar contra el mal, y tienen que dejar para el final la demostración del mutuo afecto que se tienen.

* La fuerza del perdón como motor de conversión: En un momento en que peligra la vida de Draco Malfoy, el inmaduro antagonista de Harry en toda la serie, éste decide salvarle, lo que hace que Draco se dé cuenta de la bondad que hay en Harry y que él ha seguido un camino equivocado. El gesto de Harry hace también que la madre de Draco afirme sobre Harry, delante de Voldemort: "está muerto"; cuando le ve que aún parpadea. La familia Malfoy no se une a Harry, pero se separa de Voldemort y huyen de la pelea. Al término de la película, en un final entrañable, se ve cómo el hijo de Draco va también a la misma escuela de magia que el hijo de Harry.

* Honrar a los padres, la familia y las personas buenas: a lo largo de toda la serie, Harry hace una encendida defensa de sus padres cuando alguien les critica, de sus familiares cercanos, como es el caso de su padrino Sirius, y, al final, de un fúnebre profesor, al que siempre había considerado como adversario, al reconocer que siempre había estado de su lado y que le había juzgado mal.

En definitiva, "Harry Potter y las reliquias de la muerte", título de la última entrega de la saga, es una gran narración, una epopeya, que trata sobre la eterna búsqueda humana de la felicidad y cómo esta no puede alcanzarse sin esfuerzo, pues es el propio ser humano el que debe encarnar esa lucha entre el bien y el mal, en su fuero interno, y darse cuenta que sólo buscando la bondad, la justicia, la verdad, la libertad,... es como se alcanza la "magia" de la verdadera felicidad.

Por tanto, creo que se pueden establecer ciertos paralelismos, en clase de religión, entre el personaje de Harry Potter, y los valores que representa, y el personaje de Cristo, quien de forma muy real, encarnó dichos valores y los llevó a su máxima expresión.

Publicado por José Manuel. Tomado de Blog Reli en Grande