domingo, 6 de mayo de 2012

7 mitos sobre las medidas anti-crisis del gobierno de Rajoy


Ya sé, ya sé que este es un blog cristiano, y que debería quedarme calladito, ¡bastante palo nos llevamos con el gobierno de ZP los de Religión, para ir a tocarle las narices ahora a los del PP!, pero es que no me aguanto, es que a mí me enseñaron cuando estudié teología a finales de los noventa, que no tuviéramos miedo, que miráramos la realidad tal cual es, con ojos de profecía y Evangelio, con el Sermón de la Montaña en el corazón y el Mandamiento Nuevo del Amor en cada mano, y tengo la impresión de que durante estos meses, sabes lo qué te digo, me han querido engañar como a un niño chico, y, ¡hombre!, ¡ya está bien!,...

Por eso, aún a sabiendas de que me meto en camisas de once varas, comparto aquí con ustedes mi reflexión, para que no nos vendan gato por liebre, y estemos con los ojos bien abiertos, y con las lámparas encendidas, como ya nos previno nuestro Señor Jesús.

Los 7 mitos sobre las medidas anti-crisis del gobierno de Rajoy son:

1. Son medidas nuevas: Las medidas que aplica el gobierno son tan viejas como el capitalismo. Los que hemos vivido en décadas pasadas en América Latina, sabemos que son las mismas que se aplicaron en nuestros países en los ochenta y noventa, y que significaron un verdadero deterioro de las condiciones de vida del continente. Hablo, por ejemplo, del caso que mejor conozco, Venezuela: privatizaciones, recortes, liberalización de precios, rebajas de sueldos, supresión de ayudas, y de subsidios. Un período de la historia venezolana que condujo directamente al chavismo, una solución a la desesperada. En el fondo, es la vieja tesis liberal: minimizar lo más posible el Estado para que sea el mercado, como si fuera un Dios Todopoderoso, el que regule la vida económica, una falacia que no funciona, sencillamente, ¡no funciona!

2. Son una iniciativa del gobierno español: Las medidas que aplica Rajoy son las que le mandan los que detentan el poder económico en Europa, especialmente Alemania y Francia, y por lo que se ve, el margen de decisión del gobierno es mínimo. Los criterios, evidentemente, no son sociales, sino financieros. A su vez, los susodichos líderes europeos, Merkel y su combo, en realidad, están al servicio del capital, los consabidos mercados, que no tienen como objeto reactivar la economía española, sino maximizar los beneficios, la tasa de ganancia, que pueden obtener de la debacle económica del sur de Europa, y, particularmente, de España. Suena maquiavélico, pero es la verdad.

3. Son las únicas posibles para salir de la crisis: Una tesis que el gobierno esgrime como argumento para justificar la bestialidad del recorte ¿Por qué tenemos que reducir el déficit de una manera tan acelerada? Mil millones por aquí, diez mil por allá, sin moratoria posible, sin ningún tipo de contrapeso social ¿Ese es el único camino? ¿No podemos negociar con Europa otro calendario para ajustar nuestras cuentas? ¿No va a tomar el Estado español alguna medida extra de protección social? ¿Alguna medida de urgencia para incentivar el empleo? Si los bancos privados no sueltan ni un miserable duro, por las razones que sea, ¿el Estado no puede hacerlo? En fin, me parece que hay otras medidas que se pueden tomar, aunque no vayan a favor de la ortodoxia doctrinal del liberalismo.

4. Son reformas estructurales: Hasta ahora no se está tocando la raíz de los problemas, quizás por eso los quisquillosos mercados no terminan de creerse que habrá mejoría económica. La reforma financiera se ha quedado en la epidermis del asunto, la reforma laboral no ha estado a la altura de las expectativas, no se están formulando políticas activas de empleo, ni se han facilitado las cosas para los autónomos y pequeños inversores. ¿Tiene el gobierno español algún plan estratégico para incentivar la economía? ¿Cómo se está atrayendo directamente la inversión privada? Da la impresión de ser un conjunto agresivo de reformas, para que el estado de cosas se mantenga, básicamente, igual. Una cosa tengo clara, reformas para ahorrar dinero, no implican cambios estructurales.

5. Sirven para reactivar la economía y generar empleo: ¡Para nada! Están dirigidas exclusivamente a garantizar la reducción del déficit y blindar los intereses del capital, para que la tasa de ganancia sobre los dineros invertidos en España no se vea amenazada. Luego, pero muy, muy luego, en 2013, 2014, 2015, a lo mejor, ¡mira por dónde! mejora un poquito el empleo, y la economía, ¡Vaya cinismo! ¿Cómo tienen cara para decirle eso a la gente que lleva años y años en el paro o a las familias que carecen de ningún tipo de ingreso? ¿No le das vergüenza?  

6. Los que más tienen, se sacrifican más: El peso de los recortes está, fundamentalmente, en la clase media, (o en lo que va quedando de ella). Los grandes capitales, con todas sus prebendas, están súper protegidos. Seguramente tomarán algunas medidas maquillaje, para disimular esta flagrante injusticia, pero detrás de los personeros del gobierno existen los hilos del poder económico, y no van a dictar medidas que les afecten. Pagaremos este desaguisado, como siempre, los más vulnerables económicamente de la sociedad.

7. La oposición, si gobernara, tomaría otras medidas: Lo siento, pero no les creo, han gobernado los últimos ocho años en España, y, sinceramente, no supieron enfrentar con acierto la situación económica y social del país. Claro, tendrían un estilo más demagógico que el actual, pero igual habría que acatar los mandatos de Europa, pertenecemos al club del Euro, ¡no nos queda otra! Es de vergüenza escuchar a los líderes de la oposición rasgarse las vestiduras como si ellos no fueran responsables de las cuentas públicas. Otro tanto podríamos decir de los sindicatos, tan modositos y recatados en la época zapateril, y ahora tan exaltados y concienciados.

Al escribir esto, me doy cuenta: necesitamos volver a los principios de justicia y equidad de la doctrina social de la Iglesia, a la noción que debería ocupar el centro de toda la dinámica social: la dignidad de la persona humana.
 
Aquí dejo mi exposición, poniendo en manos del Señor Jesús la difícil situación económica que padecemos, especialmente el sufrimiento de tantas familias españolas, y europeas, que soportan los estragos tremendos de estas políticas tan opuestas a los valores del Evangelio.

Si alguno no está de acuerdo con mis afirmaciones, o quiere compartir alguna reflexión, estoy abierto a sus comentarios.

                                                                                                                                 @MarceloMartín

6 comentarios:

  1. Marce tienes toda l arazón pero toda la razón ,muy buena reflexion, un abrazo

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    1. Gracias Beatriz, de vez en cuando es bueno que loos cristianos nos atrevamos a decir lo que pensamos y que nuestro aporte sirva siempre de reflexión y enriquezca a los demás

      Marcelo ;)

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  2. Me parecen reflexiones razonables y razonadas que centran el punto de mira en algo fundamental: no se puede tomar como verdad absoluta e inmutable que se está haciendo "lo único que se puede hacer". Estoy cansado de escuchar discutir mucho sobre las causas ("quién tiene la culpa"), y muy poco sobre las consecuencias ("quién va a pagar el estropicio"). Un cordial saludo. JOSE ALBERTO

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    1. Gracias José Alberto por tu aporte, coincido contigo en el mismo sentimiento de cansancio frente a tanto diagnóstico de las causas, y de ese mensaje que no cesan de repetirnos de que no ahy otro camino. Lo importante, en todo caso, es contribuir con nuestra reflexión a despertar las conciencias, por lo menos para que no nos vendan gato por liebre.

      un saludo,

      Marcelo :)

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  3. Hola Marcelo, acabo de descubrir hoy tu blog y me parece muy interesante. Yo, al igual que tú, también "tengo un trabajo de alto riesgo" (me encantó tú expresión), pero con el que estoy encantada. Soy profe de religión en secundaria y bachillerato desde hace cinco años.
    Me parece muy certera esta reflexión que haces sobre lo que ahora nos toca vivir. Siempre he creído que los profes de religión, además de para dar a conocer a Jesús a los alumnos, tenemos la obligación moral de "abrirles" los ojos ante la sociedad que les toca vivir, y sobre todo despertar sus conciencias y su espíritu crítico.
    Felicidades por tu blog.

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    1. Gracias Lourdes por tus palabras y por tu comentario, que me sirve de motivación para seguir adelante en esta pequeña tarea. Te cuento que esta reflexión la llevo en la punta del corazón viendo las cosas que veo y que me parece que no podemos callarnos, hemos de iluminar esta realidad nuestra con la luz del Evangelio.

      Y la reflexión se enriquece con la visión que todos compartimos,...

      Un abrazo desde Tenerife,

      Marcelo

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