Impresionante vídeo de la vigilia de Pentecostés en Taizé.
Multitud de hombres y mujeres, de todas las edades, de distintos continentes y países, en diversas lenguas, invocan en Taizé la gracia prometida del Espíritu Santo: en italiano, en inglés, en latín, en portugués, en español, ....una muchedumbre de lenguas congregadas en el cenáculo, con María y los apóstoles,...
No sé ustedes, pero cuando contemplo imágenes como estas, pienso: ¡La universalidad de la Iglesia de Cristo!, ...es decir, su catolicidad, que abarca a todo el planeta.
Porque hay muchos y muchas que no lo saben, lo digo ahora aquí: la palabra católico significa universal, es decir, una comunidad de fe y vida, de culto y apostolado, llamada a testimoniar el Reino de Dios por el orbe entero. Sin fronteras.
En esta noche, desde distintos rincones del mundo los cristianos y cristianas oramos al único Espíritu Santo, para que se derrame con poder sobre la humanidad,....para que esas llamas de fuego se repartan e inflamen nuestro ser, para que cantemos las maravillas de Dios en distintas lenguas, para que ese viento de Dios nos acaricie y renueve por dentro.
Sí, ven Espíritu Santo, ven, sobre este planeta, y conviértenos en testigos de Jesucristo, enviados a anunciar el Evangelio a los cuatro puntos cardinales. Amén.
No sé ustedes, pero cuando contemplo imágenes como estas, pienso: ¡La universalidad de la Iglesia de Cristo!, ...es decir, su catolicidad, que abarca a todo el planeta.
Porque hay muchos y muchas que no lo saben, lo digo ahora aquí: la palabra católico significa universal, es decir, una comunidad de fe y vida, de culto y apostolado, llamada a testimoniar el Reino de Dios por el orbe entero. Sin fronteras.
En esta noche, desde distintos rincones del mundo los cristianos y cristianas oramos al único Espíritu Santo, para que se derrame con poder sobre la humanidad,....para que esas llamas de fuego se repartan e inflamen nuestro ser, para que cantemos las maravillas de Dios en distintas lenguas, para que ese viento de Dios nos acaricie y renueve por dentro.
Sí, ven Espíritu Santo, ven, sobre este planeta, y conviértenos en testigos de Jesucristo, enviados a anunciar el Evangelio a los cuatro puntos cardinales. Amén.