miércoles, 27 de noviembre de 2013

La nueva encíclica del Papa Francisco en un enlace: La alegría del Evangelio



"El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada" (E.G. I,2)

Inmerso en el trajín de la semana, apenas he podido leer con detenimiento el nuevo documento del Santo Padre Francisco: Evangelii Gaudium: La alegría del Evangelio. 

Más allá de la letra, el Espíritu Santo, a través del Papa, sacude el mundo con su mensaje profético: Venga, experimentemos hoy, de nuevo, la alegría de Jesucristo en nosotros.

Leamos y meditemos este documento eclesial. Es un texto para "desintalarse". En este enlace se puede descargar:

EVANGELII GAUDIUM: DESCARGAR



¡Qué grande Francisco anunciando a todos la alegría que tanto necesitamos, la que brota de la experiencia del amor y la salvación en Jesucristo!

El placer por el placer mismo no es sinónimo de alegría, al contrario siempre nos deja un regusto triste en el buche.

He visto jóvenes, y no tan jóvenes, prematuramente envejecidos bajo el hechizo de un hedonismo absurdo y egoísta. 

Anunciar, y vivir la alegría, es un asunto totalmente serio. Ello está en el corazón mismo de la buena noticia cristiana.

Recuerdo siempre la tristeza y frialdad que se respira en ciertos ambientes de las sociedades del primer mundo,  y que contrasta con el calor humano que abunda en otros rincones del planeta menos favorecidos económicamente.

La alegría sencilla de los pueblos pobres es una bofetada para las sociedades opulentas y deshumanizadas de la vieja Europa y del resto de países ricos.

Testimoniemos, pues, la alegría de seguir y anunciar a Jesucristo, la alegría de amar a los demás, y de entregarse. Este es el camino de la nueva evangelización

@MarceloMartín

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