domingo, 20 de julio de 2014

Maktub: ¿crees en el destino?,... una propuesta desde la Clase de Religión


Tengo que reconocer que la película Maktub (En Hispanoamérica: "Cambio de Planes") me ha sorprendido. El "casual" encuentro de un adolescente enfermo de cáncer con un hombre de mediana edad que intenta resolver su crisis existencial hace estallar la pregunta que a veces nos asalta: ¿Las cosas que vivimos son fruto de la casualidad o responden a una "intencionalidad" oculta, a un plan misterioso que pudiéramos llamar destino?

Para un no creyente, si es coherente con su no-fe, lo que sucede es un mero fruto del azar y la necesidad, ...desde la estructura molecular de la materia,... hasta los pequeños acontecimientos que jalonan la vida de cada día.

Y sin embargo.

Todos a una, creyentes o no, inevitablemente, damos una interpretación a la existencia, buscamos el sentido de la historia que nos toca vivir. 

Vivir es interpretar.

Por supuesto, desde una mirada de fe, en la historia y por la historia, tanto personal como colectiva, se manifiesta Dios, Él sale a nuestro encuentro en los hechos y personajes que pueblan nuestro diario vivir. Para un cristiano, propiamente hablando, no existen casualidades, todo forma parte de un plan de amor y salvación que Dios tiene con nosotros, incluso los problemas y las dificultades que se presentan en el camino.

Esta presencia de Dios en nuestra historia, que se identifica con lo que llamamos providencia, es siempre respetuosa de nuestra libertad. Se trata de una invitación, camuflada en los entresijos del diario vivir, a colaborar con el querer de Dios. Él espera nuestra respuesta libre, que actuemos guiados por la Palabra de Dios, que nos movamos en la dirección que su bondad nos va marcando.

Hay una noción de destino que es claramente pagana, opuesta al Dios providente que se nos revela en la Biblia. Se trata de un determinismo ciego que niega la libertad de las personas, que las inmoviliza en la fatalidad, como si fueran títeres sometidos a fuerzas ocultas ante las cuales sola cabe la rendición.

Nada más contrario a la fe cristiana que la resignación frente a lo que sucede. Lo propio del cristiano es luchar con todas sus fuerzas, revestido de la armadura espiritual, con su oración y con su trabajo, para cambiar las situaciones en clave de Evangelio y Reino de Dios, en clave de misericordia y fraternidad.

La palabra Maktub significa en árabe "lo que estaba escrito", con este título el director nos muestra su particular visión de los acontecimientos que se suceden en el guión, y de los cambios que se van produciendo en los personajes a lo largo de la trama.

La película, por cierto, se inspira en la vida de un joven canario, rapero y de mucho carácter, enfermo de cáncer, que el director conoció en un hospital de Madrid, y que falleció al poco tiempo de regresar a las islas.

Muchas más cosas pudiera decir sobre la película, destaco solamente la riqueza de los diálogos y la magnifica actuación del joven canario Andoni Hernández, quien con el acento típico de nuestro castellano insular, atrapa al espectador con su gracia y su actitud llena de vitalidad.

Me permito recomendar la película para 2º, 3º y 4º ESO, y también para el bachillerato. Es ideal para trabajar algunos temas como: el sentido de la vida, la importancia de la amistad y de la familia, la solidaridad, el sentido cristiano de la muerte y la enfermedad, etc.

Finalmente comparto con ustedes unas fichas que he preparado, y otro materiales pedagógicos, para trabajar en clase los contenidos de la película. 

MAKTUB (Material pedagógico): DESCARGAR

@elblogdemarcelo


lunes, 7 de julio de 2014

Un comercial tailandés: ¿Qué significa el "Reino de Dios"?


Lo sé por experiencia, no siempre resulta fácil explicar a un adolescente de 12-13 años lo que significa el Reino de Dios, una noción que está en el corazón de la buena noticia de Jesucristo, y que forma parte de los contenidos de la Clase de Religión.

He encontrado en la red un comercial tailandés que amén de conmover el corazón, puede ser un interesante recurso a la hora de explicar este tema. En el vídeo se nos muestra el caminar de un joven que va sembrando a su paso pequeños actos de amor y que recibe, en recompensa, la gratificante experiencia que su bondad reporta, y que es lo más parecido a lo que los humanos llamamos felicidad.

Se trata de la sabiduría escondida de los pobres y sencillos: hacer el bien a los demás porque la bondad, en sí misma, es un tesoro que no tiene precio, una perla de singular valor. 

Pienso que lo que acontece en el vídeo se parece bastante a lo que Jesús llama el Reino de Dios.

Soy consciente que estoy haciendo una lectura cristiana de un vídeo que no es propiamente religioso. Pero es que el cristianismo no es un asunto que sucede en los templos, como algunos pretenden, sino que es una experiencia que informa la vida cotidiana de las personas,... en el trabajo, en el estudio, por las calles de la ciudad,... 

La razón del amor cristiano no radica, por supuesto, en las emociones positivas que nos reportan las buenas acciones. Hay una lógica mucho más profunda que tiene su fundamento en el ser mismo del Dios que se nos revela en Jesús: "Hermanos, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios, y conoce a Dios, porque Dios es amor" (1 Juan 4, 8)

Existe una lógica mundana que se contrapone a todo esto: la que hace de las riquezas, el placer y la fama el objetivo de la existencia. Son los que organizan banquetes e invitan a la gente que puede devolverles el favor. Los medios de comunicación social están a su servicio. Es el anti-reino, y constituye el eje gravitacional de nuestras sociedades globalizadas y consumistas.

A veces me he tropezado con jóvenes victimas de este modelo de felicidad: son pequeñas personitas profundamente insatisfechas, nunca tienen todo lo que desean. Su egoísmo visceral les impide captar las necesidades que existen a su alrededor. Son emocionalmente ineducados. 

Pero no carguemos las tintas con ellos, los responsables somos nosotros, ellos siguen nuestro ejemplo, esta es la sociedad que les estamos dejando en herencia. Además, ¿cuántas veces nos hemos sentado con nuestros hijos, o con nuestros alumnos, a hablar sobre los temas que realmente importan, como, por ejemplo, la búsqueda de la felicidad?

@elblogdemarcelo