lunes, 1 de junio de 2015

Las pruebas de esta vida: ¿Experiencias de misericordia?

El tema de esta canción, Blessings (bendiciones), me ha dejado pensando: Las pruebas y sufrimientos de la vida ¿son manifestaciones de la divina misericordia de Dios?

Para quien no interprete su historia personal a la luz de la fe, esto puede resultar francamente escandaloso. 

Lo cierto es que muchas veces clamamos al Señor en medio de nuestras noches particulares, y tenemos la impresión que nuestro Padre celestial se desentiende de nosotros. 

Por la fe sabemos que en todas las circunstancias de nuestras vidas, incluso en las más dolorosas, Dios interviene para nuestro mayor bien. Es por eso que se nos invita, incluso, a dar gracias por nuestros problemas y necesidades, a gloriarnos en el amor del Señor aún en la tribulación y la angustia.

¿Por qué Dios permite las pruebas en las vidas de sus hijos e hijas? Para acrisolar nuestra fe, para que crezcamos en  la virtud de la humildad, para purificarnos de nuestros apegos y falsas seguridades, para que adquiramos un corazón misericordioso y compasivo como el suyo.

Para que le busquemos con mayor ardor, y, como dijo el santo Job, conozcamos el rostro de nuestro creador: "Yo te conocía sólo de oídas, más ahora te han visto mis ojos" (Job 42, 5)

Para que tengamos presente, como dice la canción, que nuestro hogar definitivo no es este mundo que pasa. Oído al tambor: somos peregrinos, nuestro destino es el cielo.

Una cosa es segura: Dios nos ha prometido su socorro, él es nuestro alcázar de refugio, por eso hemos de pedir, buscar, tocar a la puerta. Como la vieja majadera frente al juez impío, o el amigo inoportuno que viene a despertar al vecino a la medianoche.

Si sufres, hermano, si el dolor o la angustia te visitan, arrójate en los brazos de Dios, no queda otra, ríndete, abandona tus cargas y aflicciones en el océano infinito de su divina misericordia.

Porque a veces las mayores bendiciones del cielo se esconden detrás de las lágrimas, vienen envueltas en las estrellas de las noches más oscuras.

Además, si tu espera se prolonga, si el cielo parece tardarse en responder a tus plegarias, recuerda que Dios tiene un plan para contigo, su tiempo no es el nuestro, en su debido momento, cuando convenga, el Señor te levantará de tu postración y daras testimonio de su bondad y gracia.

Nunca confiaremos demasiado en la misericordia de Dios.


2 comentarios:

  1. simplemente irene3 de junio de 2015, 1:24

    Amén, así es Marcelo. Dios siempre tiene un plan para nosotros, y debemos esperar en el. Dios te bendiga. Me alegro que hayas vuelto. Es Irene tu paisana. Saludos y abrazos. Espero que estén muy bien.

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    1. Muchas gracias, Irene, ¡tanto tiempo! ¡qué bueno encontrarte de nuevo por aquí! Aquí me ves intentando seguir en este camino, con la ayuda del Señor, fiando siempre a su gran misericordia para él lleve a buen termino las tareas que le ofrecemos en su Nombre. Un abrazo grandote y un saludo desde aquí

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